Hilda y la maternidad
30, Noviembre 2022
![Hilda y la maternidad](/images/jcogs_img/cache/Hilda_hdp_web_cubierta_-_28de80_-_08094a2e4a9fdd5220bfbb1c4138ff50033acfad.jpg)
Los cómics de Hilda destacan entre otros por numerosas razones. Uno de los motivos que los hace tan especiales es el trato que da a la maternidad. Estamos acostumbrados a historias de niños que van libres por el mundo, cuyos padres son algo muy secundario que rara vez adquieren verdadera relevancia en la trama. En Hilda, a pesar de las criaturas mágicas y las aventuras fantásticas, crea una imagen de la infancia bastante realista de la que Johanna, la madre, forma parte de manera activa. Esta participación va en aumento conforme avanzan los cómics (ojo, contiene spoilers): en Hilda y el trol tiene una aparición fugaz, mientras trabaja anima a su hija a pasar un buen día y a centrarse en sus hobbies además de animarla a tratar de entender al Hombre de Madera, hacia el que Hilda aún tiene una actitud hostil. En Hilda y el gigante de medianoche aparece algo más, pero sigue siendo breve; trata de proteger a la pequeña de la amenaza invisible que se cierne sobre su casa. Hilda ha aprendido bien lo de cuidar de sus seres queridos y hace lo mismo por su parte. Es en Hilda y la cabalgata del pájaro donde Johanna comienza a tomar protagonismo. Cuando se mudan a la ciudad de Trolberg sus miedos aumentan, ya no son las únicas habitantes en kilómetros a la redonda y todo es nuevo y desconocido. Con esto comienzan los temores que causarán alguna que otra riña entre madre e hija, pues recordemos que los personajes de Pearson no son perfectos, también cometen errores. Podemos notar en Johanna el dilema en su interior, pues quiere que Hilda haga amistad con otros niños y mantenga su personalidad aventurera pero la atacan los miedos. En el cómic esto no pasa desapercibido, una vez resuelto el misterio de la historia, volvemos al tema de la relación materno-filial con la reconciliación y la promesa de aventuras juntas. En Hilda y el perro negro vemos la continuación de estos miedos, se mantiene recelosa a la hora de permitir a Hilda salir sola, también la vemos "fallar" de nuevo al dejarse llevar por sus prejuicios con los nisse, los cuales Hilda no comparte, mostrando una vez más que pueden estar en desacuerdo y que la niña está desarrollando una personalidad propia. Johanna protege a Hilda de sus propias preocupaciones en la medida de lo posible, además de consolarla cuando siente que le ha fallado, haciéndole saber que no es necesario que sea absolutamente perfecta.
Para Hilda y el bosque de piedra, la relación de madre e hija toma un nuevo giro cuando la pequeña ya tiene libertad para salir sin miedo y Johanna siente que la situación escapa de su control. Hilda demuestra a lo largo de los libros tener cierta falta de disciplina que la lleva a no acatar las normas, a veces para bien, pero en muchas ocasiones para mal. En esta entrega este rasgo explota y cuando madre e hija entran en conflicto se meten de lleno en una misteriosa aventura. La mayor parte de la historia la llevan a cabo juntas, tratando de volver a casa. De nuevo, Johanna trata de proteger a Hilda de preocupaciones que en realidad comparte, e incluso vuelve a ponerse en peligro para salvar a Brizna, la mascota de la familia, en lo que Hilda desoye las indicaciones de su madre para ayudar. Y con esto llegamos al último cómic, Hilda y el rey de la montaña, donde todo gira en torno a la maternidad. En esta historia son esenciales tres personajes, los tres son madres. En primer lugar, Johanna que intenta rescatar a Hilda, la cual se ha intercambiado con un bebé trol no se sabe cómo. En segundo lugar, la madre trol, ejecutora de la magia que intercambia a trol y Hilda en pos de proteger a su pequeño, demasiado amable para encajar en el duro mundo de los troles. Antes de llegar a la tercera madre hay que aclarar el resto de la historia: Hilda, para volver a ser humana, libera sin saberlo al rey de la montaña. Se trata de un trol gigantesco, dispuesto a iniciar una batalla entre su pueblo y la ciudad de Trolberg, bajo la que duerme la madre de todos los troles. Y aquí está la tercera madre y elemento esencial para la historia, que resume a la perfección el resto de relaciones. Esta madre trol creó a sus hijos y se echó a dormir en el valle. Cuando despertó, los humanos habían levantado una ciudad sobre ella sin saberlo y, para no causarles ningún daño, decide seguir acostada. Este rey de la montaña planea iniciar una disputa para forzar a su madre a levantarse y volver con ellos. Finalmente, la disputa es frenada gracias a la madre trol que interviene por la paz entre ambos pueblos, logrando así el inicio de una posible unión o, al menos, un respeto.
Los fans de la serie animada habrán notado que este personaje sufre ligeros cambios en su trapaso a la pequeña pantalla, por eso, siempre es buena idea acudir también a la fuente original. En Historias del Páramo podemos leer un poco más sobre los procesos de creación de los personajes de manos de su creador, Luke Pearson.