El taller de las mariposas
Marzo 08 2013
Javier Flor
Pocas veces tiene este comentaristas (no es errata) oportunidad de hablar de una editorial con un solo libro, editado en un lugar de Andalucía de cuyo nombre me gusta acordarme y por una editora cuyo nombre se le hace a uno familiar. Su ideario es pura poesía y dura realidad: “No estoy segura de que nacerán de mi editorial los títulos que llevo dentro, buscados, encontrados y negociados hasta la insensatez; algunos incluso abandonados por imposibles. Arduo y costoso este oficio de publicar que me ha enamorado tan perdida, irremediablemente, hasta la última y más extrema de mis pasiones”.
Una pasión que se ve en los detalles, en la elección de un libro que se disfruta por sus imágenes y engancha con su fantasía, a veces desbordante. Porque este, de momento, solitario El taller de las mariposas es toda una exuberancia de texto e ilustraciones. Una narración que nos cuenta la vida de un grupo de artistas, que se hacen llamar los Diseñadores de Todas las Cosas, que tienen la misión de diseñar los animales y plantas de un mundo inacabado. Odaer, joven e imaginativo personaje, está en el Taller de los Insectos, un taller venido a menos y con poco prestigio en este mundo especial creado por una autora nicaragüense, a ratos poeta. Odaer persiste en sus invenciones de seres que no funcionan hasta que logra dar con la mariposa, una mezcla de flor y colibrí, que maravillará a toda la corte de diseñadores del lugar presididos por la Anciana Encargada de la Sabiduría. Su éxito dará lugar a un nuevo y afamado título de Diseñador de Mariposas.
Un texto rico, lleno de fantasía, relleno de animales y plantas, al que las ilustraciones de Wolf Erlbruch dan alas, nunca mejor dicho hablando de insectos y mariposas. Detalles, imágenes y dobles imágenes que se superan en colorido y creatividad visual, creando personajes que parecen cuadros -anciana sabia-, animales que parecen personajes y plantas llenas de vida mágica. Un disfrute de lobos, Giocondas y flores al que es difícil adjudicar edad lectora; sea la que sea, tiene que tener buena vista dado el pequeño tamaño de letra. Bienhallada editora. Bienvenido libro solitario.