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El Día del Libro o el mejor día del año

El Día del Libro o el mejor día del año

Un sábado lluvioso de abril. El Día del Libro (o Sant Jordi, lo que importa es celebrarlo) no podría haber caído en una fecha más indicada que esta. El único movimiento que tienes que hacer hoy es visitar tu Feria del Libro local, buscar uno o varios libros y volver a casa corriendo para apagar todos los dispositivos y sentarte a leer sin interrupciones. No importa si lees con tus hijos o sobrinos, si tu pareja te recita o si tu mejor compañía es el chocolate. Lo importante es ponerte cómodo y no permitir que nada te interrumpa. Si aún no has decidido por dónde empezar aquí van unas cuantas ideas: El discurso de la pantera, de Jérémie Moreau Un cómic que te coge desprevenido. Esos paisajes selváticos llenos de color y textura son el telón de fondo de seis relatos, protagonizados por animales. Nos harán replantearnos todo lo que opinamos sobre la vida y la muerte, el conocimiento, las costumbres y hasta nuestra propia existencia. Merece la pena quedarse hasta el final para ver qué tiene que decirnos la pantera. 


Jožko el apicultor, František el del compost y Eliška no es un monstruo, de Simona Čechová Tres de una vez. La genial Simona Čechová ha creado, con lápices de colores, tres obras deliciosas para los pequeños de la casa... y también los mayores. En cada uno de estos libros Čechová trata una problemática diferente en la que muchos nos hemos visto envueltos en nuestro crecimiento: el autocuidado, la búsqueda de una vocación y de nuestro lugar en el mundo. Estas son las cuestiones que tendrán que resolver nuestros protagonistas: un topo, una lombriz y un murciélago encantadores. El broche de oro llega al final de cada historia cuando aprendemos un poco más sobre algún pequeño animal de nuestro entorno, esos animales que normalmente pasan desapercibidos. 


Viene y va, de Aj Dungo En esta biografía en formato cómic entramos a ver todo el amor y el dolor que puede sufrir una persona (en tonalidades azules), y cómo trata de evadirse y litigar con el dolor (en marrones) ante la pérdida de la persona amada a una edad tan temprana. AJ Dungo habla sobre sí mismo en esta historia, pero también sobre su novia del instituto, Kristen, que se verá, demasiado joven, ante las puertas de la muerte y cómo lidia con ello. Por otra parte, en los capítulos sepia, muestra cómo se refugio en el surf con el mar como único consuelo. 


Amok, de Tullio Forgiarini A través de los ojos de un adolescente vemos lo confusa y terrible que puede ser la vida cuando las personas que deberían cuidarte y protegerte hacen más daño del que curan. Cuando los sistemas fallan y nadie puede ayudarte. Cuando aún no has crecido lo suficiente como para comprender todo lo que sucede a tu alrededor y lidiar con ello sin desgarrarte por el trauma. Un Guardián entre el centeno actual y de los bajos fondos, una historia que nos deja helados y nos hace querer apartar la vista por el terror. 


Cheese, de Zuzu La juventud en su estado más puro y convulso. Una historia que podría ser casi una anécdota en la que podemos volver a sentir junto a la protagonista el temblor de piernas, el estómago revuelto, las carcajadas al aire, la confusión y los temores. Un cómic al que volver una y otra vez para recordar lo que es vivir.