Ratas, de Wolf Erlbruch
26, Septiembre 2022
Wolf Erlbruch es un nombre de sobra conocido en el mundo de la ilustración; esto es así por su innegable calidad técnica, su estilo reconocible aún cambiante, su habilidad para narrar con imágenes... Sin duda, una de las características que lo hace imprescindible es la capacidad para cambiar de registro sin inmutarse, sin dejar de ser él mismo; no podemos encasillarlo pues es capaz de crear los más bellos álbumes ilustrados pensados para los más pequeños, pero también potentes imágenes para adultos. Ratas es uno de sus libros enfocado en un público más maduro, para una comprensión profunda y un contenido crudo, desgarrador.
El artista alemán ilustra un poema lleno de contrastes, como llenas de contrastes estarán también sus ilustraciones. Los versos son casi una oda a la muerte de una niña, una muerte descrita de manera trágica y terrible, pero al mismo tiempo, hermosa. De igual modo, Erlbruch plaga el libro de ratas. En lugar del cadáver, que se podría considerar la pieza central del poema, se centra en las verdaderas protagonistas: las ratas que pueblan el cuerpo y se alimentan de la sangre que queda. Añade un toque irónico que lo conecta a la perfección con la dualidad del poema: junto a las terribles y desagradables ratas aparece un pequeño Mickey Mouse, un ratón que en lugar de asco causa ternura. Como un recordatorio para el lector que indignado, no ve la belleza en la muerte pero sí en una alimaña si se presenta del modo adecuado.
El libro ilustra un poema de Benn Gottfried (1886-1956, Alemania), considerado el poeta alemán más importante de la primera mitad del siglo xx. Además de escritor, era médico, lo que influyó profundamente en su creación literaria. Hermosa Juventud, el poema incluido en Ratas, se escribió para Morgue y otros poemas (1912), su primera publicación. En estos poemas, sale a relucir su conocimiento del cuerpo humano describiendo mutilaciones y cadáveres con un rigor y una violencia que le valió la mala fama entre el público que le persiguió el resto de su vida. Sin embargo, otros artistas reconocieron en él un estandarte del expresionismo naciente. Tras las idas y venidas de dos guerras mundiales y del Tercer Reich con todo lo que esto implicó para él personalmente, parecía que no resurgiría, hasta cerca del final de su vida, cuando alcanzó el reconocimiento que aún hoy le acompaña.