Una lectura recomendada para jamás olvidar la importancia de este vital elemento en nuestra vida

Es entonces cuando lo vemos ir de regreso en su monociclo y una enorme fuente sobre su cabeza cargada de agua. Pero los caminos están lleno de baches, de dificultades y cada tropiezo significa el poder llevar menos agua a sus pequeños que lo esperan en casa. Vemos a este elefante, apenas delineado pero clarísimo sobre un escenario mínimo, levemente esbozado en colores. Todo excepto el agua en tonos azules y el cactus amarillo que se asoma en algunas páginas, es claridad y simplicidad. El paisaje mismo es la reducción a una serie de pixeles donde priman las líneas claras y donde podemos descubrir otros animales, árboles, praderas y el mismo camino que recorre camino a casa. El trabajo realizado con el pixel art juega un papel preponderante en catapultar el protagonismo de Mr Tutti como eje de toda la historia y resaltarlo por sobre otros elementos que se van apareciendo página a página. El recurso utilizado es ya innovador y presenta el desafío de entregar una historia atractiva al lector sin usar mayores aspavientos o recurrir a una amplia paleta de colores, sino que proporciona una historia bien contada y sobretodo, muy bien secuenciada.

El cuento parte desde las guardas donde podemos vislumbrar el mundo en que vive el protagonista y donde queda de manifiesto que su nombre es clave para comprender que la historia de Mr Tutti (tutti en italiano quiere decir todos) es la historia de todos los padres.  En ese punto solo podemos destacar que una historia tan bien contada no es necesario explicarla y que quizás, las páginas finales no son esenciales para disfrutar este relato.

Noh In-kyung, la joven autora coreana creadora de este librito editado impecablemente por Barbara Fiore fue elegida Ilustradora del año en la Feria del libro de Bologna del 2012 con su primera obra Soso Cancellina. Y por este delicado cuento,  Mr Tutti y las 100 gotas de agua recibió el BIB Golden Apple Award 2013.